Una de las actividades obligatoria de evaluación de la asignatura Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo, y que supone el 30% de la nota final es la elaboración de un trabajo personal sobre un tema relacionado con el programa de la asignatura o sobre un asunto relacionado con la asignatura que surja durante el curso como por ejemplo:
Hambruna en los países del Cuerno de África
Situación humanitaria en Siria
Consecuencias humanitarias tras el estallido de la llamada «Primavera árabe»
Terremotos en Nepal y en Haití
Mutilación genital femenina
Uso partidista sobre la entrega y distribución de Ayuda Humanitaria en Venezuela
Para presentar la propuesta sobre el tema, antes de ser validada con el profesor, se ha
Formulario para registrar el tema y descripción del Trabajo Personal de la asignatura Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo
Una vez presentada la propuesta, ésta es validada por el profesor.
Los temas seleccionados para el curso 2019 – 2020 han sido los siguientes:
Este trabajo se tendrá presentar antes del 30 de marzo de 2020 en un formato abierto, innovador, usando alguna aplicación que permita compartirlo y la interacción con otros estudiantes, personas y profesor. Se recomienda la creación de un blog.
Para la adecuada evaluación del mismo, se ha elaborado una rúbrica que incluye el conjunto de criterios y normas, relacionados con los objetivos de aprendizaje.
Algunos de los trabajos presentados en cursos anteriores, son los siguientes:
Entre 2013 y 2017, 180.000 menores han sido detenidos en la frontera de Estados Unidos. Aquí comenzamos una breve serie de historias de vida de menores migrantes en Centroamérica, donde Médicos del Mundo asiste a la población desplazada. Basándonos en los dibujos realizados por ellos mismos, algunos niños nos hablarán de sus experiencias de cruce de fronteras que cambian la vida. CAPíTULO 1: MISHEL. #EUAidVolunteers #withMdM
Beatriz Valbuena Tessio de Costamagna que reside entre Somalia y Nairobi (Kenia), donde comenzó haciendo trabajos de traducción, apoyando a organizaciones locales y realizando servicios de consultoría para organizaciones internacionales. En los últimos tres años ha trabajado para Médicos Sin Fronteras, Solidarités Internacional y Médicos del Mundo Francia, en programas desarrollados en Sudán del Sur, Etiopia, Kenia y Somalia. Actualmente trabaja para Concern Worldwide Somalia y tiene su base en Mogadishu. Y ahora vuelve a colaborar con este nuevo post sobre el Empoderamiento económico de las mujeres en Somalia.
Es difícil hablar de Somalia sin explicar el contexto político, social y económico del país durante las últimas décadas.
Somalia y países vecinos
A los más de 20 años de emergencia humanitaria a causa del conflicto, hay que añadir la frecuencia de desastres naturales (la sequía y las inundaciones), que han provocado que en la actualidad haya más de 3,5 millones de somalís con elevados niveles de inseguridad alimentaria y 1 millón de niños y niñas con desnutrición aguda. Además, los desalojos forzosos, que entre 2015 y 2018 se cuentan en más de 790.000, continúan siendo un factor clave que impide la resiliencia de las familias, especialmente las desplazadas.
Somalia continúa siendo el epicentro de una de las mayores crisis de desplazados y desplazadas en el mundo. Un gran número de familias aún se recuperan de la grave sequía de 2016 – 2017 y/o del conflicto, que han provocado el desplazamiento interno de 2,6 millones de personas.
Tres cuartas partes de la población es menor de 30 años. La mayoría nació tras la caída del régimen de Siad Barre en 1991 y solo conoce el conflicto y la violencia. Toda una generación sin educación, sin empleo, sin conocer una vida estable.
La tasa de desempleo juvenil es del 67%, una de las mayores del mundo. El desempleo entre mujeres jóvenes alcanza incluso un 74%. Los matrimonios y los embarazos durante la adolescencia son habituales. Aproximadamente el 45% de las mujeres entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio antes de los 18.
En este contexto, Concern Worldwide lleva 33 años en Somalia respondiendo a emergencias causadas por la sequía, las inundaciones y los desplazamientos internos provocados por el conflicto, mejorando la resiliencia de las comunidades a este tipo de crisis.
En la actualidad, la mayoría de los programas se centran en encontrar “soluciones duraderas” (durable solutions) para las comunidades afectadas por los desplazamientos internos; a menudo, la necesidad de desplazarse ocurre en repetidas ocasiones a lo largo de su vida.
Estos programas incluyen tanto a las comunidades desplazadas como a las no desplazadas. Utilizando un enfoque integral, se trata de abordar los problemas de todos por igual:
generación de ingresos y empleo;
acceso a los servicios de salud,
educación y agua y saneamiento;
seguridad y protección;
propiedad de la tierra y alojamiento.
Concern Worldwide forma parte de varios consorcios trabajando para encontrar “soluciones duraderas”, una iniciativa liderada por Naciones Unidades en Somalia desde 2016. (Para saber más sobre el enfoque de “soluciones duraderas/durable solutions” puedes visualizar este video (en inglés)
Con el apoyo de la Unión Europea (a través de la línea de financiación del EU Trust Fund), trabajamos en tres regiones del país (Somaliland, Jubaland y SouthWest State) para crear un contexto favorable que permita a la población desplazada o en riesgo de ser desplazada, permanecer en el lugar que elijan para vivir. Esto se consigue a través de la creación de medios de vida realistas, alternativas para la generación de ingresos, y la provisión de servicios básicos a la comunidad. Además, somos miembros del Regional Durable Solutions Secretariat-ReDDS, el Secretariado Regional para soluciones duraderas, compuesto por 13 organizaciones, que lidera la coordinación, la gestión de la información y el conocimiento y el intercambio de experiencias en el Cuerno de África.
En el marco de estos consorcios, y desde 2017, se han desarrollado actividades de empoderamiento económico de mujeres, centradas, entre otras, en el apoyo a grupos de autoayuda.
Los grupos de autoayuda (Self Help Groups – SHG) consisten en agrupaciones de 20 mujeres que se reúnen de forma semanal con un fin económico y social. Realizan una contribución económica semanal o mensual, creando un capital, que de forma rotatoria esta disposición del grupo y/o de sus miembros. Estos grupos cumplen dos características fundamentales:
No se cobran intereses, siguiendo la sharia (ley islámica)
Reciben formación intensiva para la creación de pequeñas y medianas empresas, habilidades empresariales, resolución de conflictos, protección de sus derechos y desarrollo personal.
En una segunda fase, transcurridos varios meses, cuando los grupos alcanzan un determinado nivel de madurez (realizan registros de cuentas, están bien organizadas, hay cohesión, cierta estabilidad financiera y un compromiso de grupo), se facilitan ayudas económicas para la puesta en marcha de pequeñas empresas.
Estos préstamos se invierten directamente en proyectos de negocios, individuales y/o colectivas, y más tarde, con las ganancias generadas, se devuelven al grupo. Esto hace posible que el grupo consiga ahorrar.
Desde 2017, y con financiación de la UE, Concern Worldwide ha apoyado la creación de 24 grupos de apoyo en SouthWest State (SWS) y Somaliland, beneficiando a 480 mujeres.
En este tiempo, el nivel de ahorro de estos grupos ha aumentado significativamente. En algunos casos, las mujeres han iniciado sus propios negocios durante la segunda fase sin necesidad de ayuda externa. Asimismo, han creado capital social, promoviendo la cohesión y la ayuda entre pares entre los miembros del grupo. En general, ha aumentado el acceso al ahorro y los préstamos, se han creado nuevas actividades de generación de ingresos y ha mejorado la calidad de vida y las relaciones entre desplazados y no desplazados.
El futuro y la sostenibilidad de estos grupos pasa por su inclusión en el (aunque débil) sistema financiero, mejorando su acceso al capital y sus vínculos con el mercado. En este sentido, desde principios de 2020, Concern Worldwide ha comenzado un estudio para identificar las instituciones financieras y los mercados existentes, a nivel formal e informal, en zonas rurales y urbanas; así como las barreras a las que se enfrentan las mujeres para accederlos.
Los resultados de este estudio formarán parte del diseño de futuros programas y actividades de Concern Worldwide, que contribuyan a mejorar la vida de las mujeres en Somalia.
Muchas gracias por tu atención y como suele ser habitual se agradecen los comentarios.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.
Desde hace más quince años, cada 19 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, instituido por la Asamblea General de Naciones Unidas coincidiendo con el aniversario del ataque al cuartel general de la ONU en Bagdad (Iraq) ocurrido en el año 2003.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria el año 2017 y 2018 se celebró con el lema “La población civil no es objetivo” y en este año 2019, se honra el trabajo de aquellas mujeres que luchan en zonas de conflicto alrededor del mundo.
Aquellas heroínas anónimas que trabajan al frente de sus comunidades en los terrenos más difíciles: desde las heridas de guerra en Afganistán, hasta la inseguridad alimentaria en el Sahel, o hasta aquellas que han perdido sus hogares y medios de vida en lugares como República Centroafricana, Sudán del Sur, Siria y Yemen. También se quiere honrar los esfuerzos de todas las asistentes humanitarias alrededor del mundo que se unen a las personas más necesitadas.
Las mujeres conforman un gran número de aquellas personas que arriesgan sus propias vidas para salvar las de otras. A menudo son las primeras en responder y las últimas en irse. Estas mujeres merecen un reconocimiento. Se necesitan hoy más que nunca para fortalecer la respuesta humanitaria mundial. Y los líderes mundiales, así como los actores no estatales, deben garantizar que ellas, y todo el personal de asistencia humanitaria, tengan garantizada la protección que les otorga el derecho internacional.
Cada vez más, los conflictos se cobran la vida de muchas personas en todo el mundo. Atrapados en guerras que no han causado, millones de civiles se ven obligados a esconderse o huir para salvar sus vidas. Los niños dejan la escuela, las familias abandonan sus hogares y las comunidades se despedazan, mientras el mundo no hace lo suficiente para detener ese sufrimiento.
Por su parte, el personal cooperante, trabajadores humanitarios, y cada vez con más frecuencia también con la presencia Trabajadora/es Sociales, ponen sus vidas en peligro para atender a las víctimas de la violencia, que se convierten cada vez más en objetivo de los ataques.
Al menos 139 cooperantes murieron asesinados en 2017, lo que significa un incremento de un 23% respecto al año anterior, y Sudán del Sur se sitúa como uno de los países más peligrosos del mundo. A esta cifra, hay que añadir la del personal cooperante herido y secuestrado, que suman otras 174 personas.
Según el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) en los últimos setenta años, las principales víctimas de la guerra han sido los civiles. Por ello, la protección de la población civil durante los conflictos armados es un pilar del Derecho Internacional Humanitario(DIH).
Derecho Internacional Humanitario
No sólo las personas están protegidas, sino también los bienes públicos y privados. El derecho internacional humanitario define y protege a los grupos más vulnerables, como las mujeres, los niños y las personas desplazadas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, y en muchos otros conflictos desde entonces, la población civil ha sido la principal víctima de la guerra. Si bien es cierto que siempre han sufrido en épocas de guerra, el brutal impacto de la Segunda Guerra en la población civil, donde se perpetraron exterminios en masa, ataques indiscriminados, deportaciones, tomas de rehenes, saqueos y detenciones en campos de concentración, los afectó profundamente. La reacción de la comunidad internacional fue la adopción del IV Convenio de Ginebra en 1949.
Destrucción de ciudades durante la II Guerra Mundial
Antes de esa fecha, los Convenios de Ginebra protegían a los heridos, los enfermos, los náufragos y los combatientes capturados. El “convenio de los civiles” daba cuenta de los cambios en la naturaleza de la guerra al establecer la protección jurídica de toda persona que no perteneciera a las fuerzas armadas o a grupos armados. La protección también alcanzaba a los bienes de carácter civil. Fue reafirmada más tarde con la adopción de los Protocolos Adicionales de 1977 a los Convenios de Ginebra de 1949.
Conforme al DIH, los civiles que se encuentran bajo el poder de fuerzas enemigas deben recibir un trato humano en todo momento, sin distinciones de índole desfavorable. Deben estar protegidos contra todas las formas de violencia y tratos degradantes, incluidos el homicidio y la tortura. Asimismo, tienen derecho a un juicio justo, con las debidas garantías procesales.
La protección de los civiles abarca a quienes les brindan asistencia, en particular las unidades sanitarias y los organismos humanitarios o de socorro que distribuyen artículos esenciales como alimentos, ropa e insumos médicos. Las partes beligerantes deben permitir el acceso a esas organizaciones. En particular, el IV Convenio de Ginebra y el Protocolo adicional I exigen que los beligerantes faciliten el trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Si bien el DIH protege a todos los civiles sin distinción alguna de índole desfavorables, se menciona en especial a determinados grupos. Las mujeres y los niños, los ancianos y los enfermos son sumamente vulnerables durante una guerra. Lo mismo puede decirse de quienes abandonan sus hogares y pasan a ser desplazados internos o refugiados. El DIH prohíbe el desplazamiento por medio de la intimidación, la violencia o la hambruna.
Población desplazada
Muchas personas se ven obligadas a alejarse de sus familiares durante un conflicto armado. Los Estados deben tomar las medidas necesarias para evitar ese tipo de situaciones y para volver a reunir a quienes han debido separarse de los suyos, proporcionando la información necesaria y facilitando las actividades de búsqueda.
La protección de los civiles establecida en los Convenios de Ginebra y los Protocolos adicionales es amplia. En los últimos sesenta años, el problema ha radicado en la aplicación de esos instrumentos del derecho internacional humanitario. Ni los Estados ni los grupos armados no estatales han cumplido adecuadamente con sus obligaciones a este respecto. En consecuencia, los civiles han sufrido muchísimo en casi todos los conflictos armados.
En algunos conflictos, se ha apuntado específicamente a los civiles, quienes han sido víctimas de terribles atrocidades. Esto se habría evitado de haberse respetado el principio fundamental de los Convenios de Ginebra, a saber, el respeto por la persona humana. Por esa razón, el CICR continúa instando a los Estados a que respeten y hagan respetar los principios del derecho internacional humanitario, sobre todo en lo relativo a la protección de la población civil.
Según el Informe del Secretario General de la ONU de 2016 sobre la protección de los civiles en los conflictos armados, se observaron circunstancias similares, en distintos grados.
En el noreste de Nigeria y los países de la cuenca del Lago Chad hubo denuncias de violaciones y abusos cometidos por Boko Haram y en el contexto de las operaciones gubernamentales de contrainsurgencia. En una de las peores formas de reclutamiento forzado, Boko Haram utilizó a 30 niñas y niños para realizar atentados suicidas en la cuenca del Lago Chad.
Regiones bajo la amenaza de Boko Haram
En Sudán del Sur, la protección de los civiles siguió deteriorándose, sobre todo a partir de julio. Entre los incidentes denunciados figuraron las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros, la violencia sexual y las restricciones a la libertad de circulación por ambas partes en el conflicto. En noviembre, el Asesor Especial para la Prevención del Genocidio advirtió del riesgo de genocidio en Sudán del Sur. El genocidio no ocurre de la noche a la mañana; es un proceso que lleva tiempo de preparación. Por lo tanto, puede ser evitado. Tenemos la responsabilidad compartida de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar el riesgo y por ello exhorto al Consejo de Seguridad a que adopte medidas decisivas.
Los niños siguieron pagando un alto precio en los conflictos. En varios conflictos, como los del Afganistán, el Iraq, la República Árabe Siria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen, siguió habiendo muy numerosas violaciones contra los niños, en particular asesinatos y mutilaciones, que fueron documentadas por el mecanismo de vigilancia y presentación de informes sobre violaciones graves contra los niños en situaciones de conflicto armado. El reclutamiento y la utilización de niños por fuerzas y grupos armados también siguió siendo un motivo de gran preocupación, pues hubo un aumento significativo de casos en la República Centroafricana, la República Árabe Siria y Somalia.
Destrucción de una escuela en Siria
Preocupa particularmente el efecto perjudicial de los conflictos en la educación. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima que 246 millones de niños viven en zonas de conflicto, y muchos de ellos se ven privados de la educación cuando sus escuelas son destruidas, utilizadas con fines militares o clausuradas por motivos de seguridad o porque los maestros han huido.
En Afganistán, casi la mitad de los niños en edad de escolaridad primaria no concurren a la escuela. En Sudán del Sur, casi el 60% de esos niños no van a la escuela y en las zonas afectadas por el conflicto 1 de cada 3 escuelas ha sido clausurada.
El mecanismo de vigilancia y presentación de informes comprobó que 41 escuelas del Afganistán eran utilizadas por el ejército y en Sudán del Sur se registraron 21 casos nuevos de escuelas utilizadas con el mismo fin. En la República Democrática del Congo, se verificaron 51 ataques contra escuelas, más del doble de la cifra de 2015.
La educación de las niñas siguió viéndose seriamente afectada a causa de las amenazas o los ataques contra maestras y alumnas en el Afganistán, el Iraq, Malí, Nigeria y la República Árabe Siria. Insto a todos los Estados Miembros a que refrenden la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso internacional para proteger a las escuelas y universidades contra los ataques y evitar su utilización con fines militares en un conflicto.
Con la celebración de este día mundial se pretende concienciar y reflexionar sobre la protección y el respeto al Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, así como la protección de los civiles, incluidos los trabajadores humanitarios y sanitarios, y las obras y edificios públicos.
En contextos y lugares cada vez más complejos, se está registrando un incremento de ataques a las oficinas e instalaciones de distintas organizaciones como por ejemplo a Save the Children en Jalalabad (Afganistán); de MSF en la República Democrática del Congo, Siria, Yemen o Afganistán; o de Cruz Roja en la República Centroafricana, Afganistán, Nigeria, Sudán Sur, Siria, Irak o Yemen.
Si quieres leer sobre los post de años anteriores, puedes acceder pulsando en los siguientes enlaces:
Para familiarizarnos y afianzar algunos de los términos más habituales en el ámbito de la Cooperación Internacional, a continuación te muestro una selección de definiciones y conceptos con los que hemos venido trabajando durante el cuatrimestre docente de impartición de la asignatura Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo #TSyCD en este curso 2018 – 2019:
Cómo método de estudio, te sugiero que lo definas con tus propias palabras y utilizando entre 150 y 200 como máximo y que selecciones entre tres (3) y cinco (5) palabras clave que consideres fundamentales que deban aparecer en su definición.
Por otra parte, reflexiona, busca e investiga sobre estos otros conceptos más amplios, como temas a desarrollar.
La extensión del tema a desarrollar debe oscilar entre las 1.500 palabras aproximadamente. Te ayudará en el proceso de estudio si defines entre cinco (5) y diez (10) palabras clave que consideres fundamentales que deban aparecer en el texto o resumen del tema propuesto.
Si localizas algún vídeo, audio, infografía, imagen, etc. que ayude a comprender estos términos, puedes compartirlo a través de Twitter usando siempre la etiqueta #TSyCDy haciendo las correspondientes menciones.
Muchas gracias por tu atención.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.
Para familiarizarnos y afianzar algunos de los términos más habituales en el ámbito de la Cooperación Internacional, a continuación te muestro una selección de definiciones y conceptos con los que hemos venido trabajando durante el cuatrimestre docente de impartición de la asignatura Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo #TSyCD en este curso 2017 – 2018:
Acción Humanitaria (Belén Pérez)
Árbol de Objetivos (Cristina del Río)
Árbol de Problemas (Paula Sánchez)
Asilado (Alli Kaufman)
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) (Belén Pérez)
Catástrofe (Cristina del Río)
Código de Conducta de Acción Humanitaria (Alli Kaufman)
Coeficiente de Gini (Alli Kaufman)
Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) (Nick Gavio)
Cooperación para el Desarrollo (Laura Gaviria)
Crowdfunding (Paula Sánchez)
Declaración Universal de los Derechos Humanos (Belén Pérez)
Desarrollo (Nasolo Ortego)
Desarrollo humano (Nasolo Ortego)
Desarrollo Sostenible (Vale Betroni)
Desigualdad (Paula Sánchez)
Desplazado (Vale Betroni)
Derechos Humanos (Nick Gavio)
Educación para el Desarrollo (Cristina del Río)
Emergencia compleja (Laura Gaviria)
Intervención Humanitaria (Alli Kaufman)
Matriz de Planificación de un proyecto (Laura Gaviria)
Migrante (Paula Sánchez)
OCHA o OCAH (Vale Betroni)
Plan Marshall (Vale Betroni)
Preparación ante desastres (Nick Gavio)
Proyección de Peters (Nick Gavio)
Proyecto (Laura Gaviria)
Proyecto de Impacto Rápido (Nasolo Ortego)
Proyecto Esfera (Nasolo Ortego)
Refugiado (Paula Sánchez)
Vulnerabilidad (Vale Betroni)
Los pasos a seguir son los siguientes:
Selecciona uno o varios de los términos con los que más te identifiques o guste
Indica el / los término/s que seleccione/s en los comentarios, para que te sea asignado y tus compañeras/os vean los que has elegido y puedan seleccionar otros.
Defínelo preferentemente con tus propias palabras y utilizando entre 150 y 200 palabras como máximo.
Haz una propuesta de entre tres (3) y cinco (5) palabras clave que consideres fundamentales que deban aparecer en su definición.
Por otra parte, reflexiona, busca e investiga sobre estos otros conceptos más amplios, como temas a desarrollar. Indica tu elección en la sección de comentarios del blog.
La extensión del tema a desarrollar debe oscilar entre las 1.500 y 2.000 palabras aproximadamente.
Haz una propuesta de entre cinco (5) y diez (10) palabras clave que consideres fundamentales que deban aparecer en el desarrollo del tema propuesto.
El Ciclo del Proyecto en Cooperación Internacional (Cristina del Río)
El Enfoque del Marco Lógico (Alli Kaufman)
El Enfoque basado en Derechos Humanos (Nick Gavio y Valentín Betroni)
Objetivos de Desarrollo Sostenible (Paula Sánchez)
Si localizas algún vídeo, audio, infografía, imagen, etc. que ayude a comprender estos términos, puedes compartirlo a través de Twitter usando siempre la etiqueta #TSyCD y haciendo las correspondientes menciones.
Una vez que hayas elegido algunos de los términos y el tema, debes definirlo y desarrollarlo en el documento colaborativo “Glosario de términos” creado en Google Drive, al que puedes acceder pulsando este enlace.
Muchas gracias por tu atención.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.
Esta entrada ha sido elaborado por Ramón Esteso Mesas Graduado en Trabajo Social y actualmente trabaja en la Unidad de Programas Internacionales en sedes autonómicas de Médicos del Mundo España, organización con la que lleva vinculado desde los últimos catorce años, simultaneando el trabajo en exclusión social en España con pequeñas colaboraciones en proyectos de cooperación en las áreas de prostitución y trata de personas, inmigración o diversidad sexual.
Anteriormente ha sido delegado internacional de Cooperación de Cruz Roja Española en Albania.
Los Derechos Humanos son garantías jurídicas universales que protegen a los grupos e individuos contra acciones y omisiones que interfieren con las libertades y los derechos fundamentales y con la dignidad humana. La legislación en materia de derechos humanos obliga a los gobiernos (principalmente) y otros titulares de deberes a hacer ciertas cosas y les impide hacer otras.
Entre las características principales de los derechos habría que citar las siguientes:
Son universales, derechos inalienables de todos los seres humanos;
Se centran en la dignidad intrínseca y el valor igual de todos los seres humanos;
Son iguales, indivisibles e interdependientes;
No pueden ser suspendidos o retirados;
Imponen obligaciones de acción y omisión, particularmente a los Estados y los agentes de los Estados;
Han sido garantizados por la comunidad internacional:
Están protegidos por la ley;
Protegen a los individuos y, hasta cierto punto, a los grupos.
Las normativas en materia de derechos humanos se han ido definiendo cada vez mejor en las últimas décadas. Recogiéndose en ordenamientos jurídicos nacionales, regionales e internacionales, constituyen un conjunto de normas de actuación respecto de las que pueden exigirse responsabilidades a los titulares de obligaciones de todos los niveles de la sociedad y en especial a los órganos del Estado. El cumplimiento de los compromisos contraídos en virtud de tratados internacionales de derechos humanos es vigilado por comités de expertos independientes denominados “órganos creados en virtud de los tratados”, que también ayudan a aclarar el significado de los distintos derechos humanos.
¿Cuál es la relación del Trabajo Social y los Derechos Humanos?
La forma en que la profesión se centra en las necesidades humanas determina su convicción de que la índole fundamental de esas necesidades exige que se satisfagan, y no por decisión personal, sino como un imperativo de justicia básica. Por ello, el trabajo social avanza hacia la consideración de los derechos humanos como el otro principio de organización de su práctica profesional. La transición de la orientación hacia las necesidades a la afirmación de los derechos se ha hecho imprescindible porque es preciso satisfacer las necesidades sustantivas tangibles. Una necesidad sustantiva puede traducirse en un derecho positivo equivalente y el goce de ese derecho es algo que se espera faciliten el Estado y entidades más allá del Estado.
El Trabajo Social se ocupa de la protección de las diferencias individuales y entre grupos. A menudo tiene que mediar entre particulares y el Estado u otras autoridades, defender causas determinadas y brindar protección cuando la acción estatal en pro del bien común amenaza los derechos y libertades de personas o grupos determinados (por ejemplo, denegación de asistencia sanitaria o conflictos de vivienda que dejan a personas y familias sin hogar).
Son muchísimos los y las trabajadoras sociales que sobre el terreno tienen conciencia de que sus preocupaciones guardan estrecha relación con el respeto de los derechos humanos. Aceptan la premisa de que los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles y de que es imposible la plena realización de los derechos civiles y políticos si no se disfrutan los derechos económicos, sociales y culturales. Creen que el logro de un progreso duradero en la aplicación de los derechos humanos depende de políticas nacionales e internacionales eficaces de desarrollo económico y social. Su conocimiento directo de las condiciones de los sectores vulnerables de la sociedad hace que los y las profesionales del trabajo social sean útiles en la formulación de políticas sociales.
Los Derechos Humanos son inseparables de la teoría, los valores, la ética y la práctica del Trabajo Social. Hay que defender y fomentar los derechos que responden a las necesidades humanas; y esos derechos encarnan la justificación y la motivación de la práctica del trabajo social. Por consiguiente, la defensa de esos derechos debe formar parte integrante del trabajo social, aunque en los países que viven bajo regímenes autoritarios esa defensa puede tener graves consecuencias para los trabajadores sociales profesionales [2].
Muchas gracias por tu atención y como suele ser habitual se agradecen los comentarios.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.
He tenido la inmensa suerte de conocer, compartir ideas, proyectos, debatir y discutir sobre diversos aspectos de la Cooperación Internacional con Álvaro Hernán Montoya Ramírez, que es Ingeniero Agrónomo de origen colombiano, Máster en Recursos Hídricos y Doctor en Ciencias Ambientales. Experto en Agua, Agricultura, Medioambiente y Cambio Climático y cuya trayectoria profesional se enmarca en la docencia y la investigación universitarias, la Cooperación Internacional, la Administración Pública y la consultoría.
Recientemente prestó sus servicios en el Área de Medio Ambiente del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI), al tiempo que colabora con varios grupos de investigación y centros de estudios en España y Colombia.
Le he invitado a que colaborase con un post, sobre el acceso al agua en los proyectos de cooperación internacional.
Álvaro H. Montoya Ramírez
Un largo (y aun inconcluso) camino hacia el reconocimiento del agua como derecho humano básico
Quizás por haber nacido y crecido en Colombia, un país privilegiado como muy pocos en cuanto a riqueza natural, pero al mismo tiempo -y en medida similar- tan duramente castigado por la inequidad social, en mi proceso de formación académica y desempeño profesional he tomado conciencia sobre la estrecha conexión existente entre medioambiente y desarrollo. Como bien recoge el Programa 21, emanado de la Cumbre de la Tierra de Río 1992,
Logotipo Cumbre de la Tierra
esta interacción es de doble vía: por un lado, un individuo o colectivo pobre, en su legítimo afán de subsistencia, puede hacer un uso insostenible de los recursos naturales y, por otro lado, el agotamiento de la base natural por cuenta de una actividad socioeconómica abusiva puede generar pobreza en la población, o agudizarla.
En mi tesis doctoral me propuse ahondar en el conocimiento de tal interacción. Concretamente, analicé el vínculo entre el acceso al agua y la pobreza rural en Colombia. Uno de los estudios de caso de la investigación consistió en evaluar el impacto generado por un proyecto de agua, saneamiento básico y seguridad alimentaria sobre la población objetivo, en términos de reducción de pobreza y rentabilidad financiera, económica y social. El proyecto había sido ejecutado en 2004 por Acción contra el Hambre – España con financiación de la AECID, en el marco de un paradisiaco rincón del Caribe. La estancia en terreno que este estudio llevó aparejada me brindó la invaluable oportunidad de palpar otras realidades de mi propio país, ciertamente desconocidas para mí hasta entonces y, de paso, me introdujo de lleno en el campo de la Cooperación Internacional al Desarrollo y la Acción Humanitaria –tan apasionante como complejo-, al cual me he mantenido ligado por un espacio que ya va rondando los diez años.
En gran parte el fruto de esa experiencia es el que deseo compartir aquí, por invitación de mi amigo Fernando, con ocasión de la celebración del Día Mundial del Agua.
Logotipo Día Mundial del Agua
Esta disertación adopta una perspectiva algo más teórica y menos práctica que la de los colaboradores que me han precedido en este blog. Mi propósito con esta aportación es mostrar las múltiples vías a través de las cuales la disponibilidad de unos servicios hidráulicos apropiados condiciona el potencial de desarrollo y bienestar de cualquier persona o grupo humano.
Intento así, con un Enfoque Basado en Derechos, llamar la atención sobre el alto grado de responsabilidad que encierra para la comunidad internacional la garantía de provisión de tales servicios a la población desfavorecida de los países en vías de desarrollo, como un instrumento clave de solidaridad global.
A día de hoy, para cualquier persona mínimamente informada, oír hablar de la abundancia de agua en la Tierra e, incluso, de su presencia en otros planetas, satélites y cuerpos del sistema solar (y del universo), así como de su condición imprescindible e insustituible para todas las formas de vida conocidas, incluida la humana, resulta redundante y, quizás precisamente por ello, hasta anodino.
A fuerza de costumbre, frases tan trilladas como que “el agua es vida”, terminan convirtiéndose en expresiones vacías de contenido que, a la larga, ya no consiguen transmitir con igual fuerza la irrebatible idea originaria que encierran. Sin embargo, de ningún modo ese aparente carácter elemental debería ser interpretado como una pérdida de vigencia en el tiempo.
Por otro lado, visiones, por desgracia aun no del todo superadas, como aquélla que se refería al agua como un ‘recurso natural renovable’, que si bien es ajustada en el sentido literal del término, también es cierto que ha conducido –y sigue conduciendo- a esquemas de gestión inadecuados, caracterizados por el despilfarro y el maltrato de los que ha sido objeto este recurso, tan esencial para la vida, tal como se ha pregonado hasta la extenuación.
No obstante, hay que reconocer que hasta aquí nos seguimos moviendo en el predecible terreno de las obviedades, de las “verdades de Perogrullo”, de los lugares comunes que, al igual que las frases de cajón, con el tiempo, en poco o nada contribuyen a formar conciencia sobre la enorme importancia del agua, y la impostergable necesidad de manejarla con juicio. Con inteligencia.
Dentro de dicho propósito, aquí en lo sucesivo se pretende aportar una revisión que, a su vez, dé lugar a una reflexión, en torno al papel que puede jugar el agua o, más exactamente, el acceso a agua segura [1], como estrategia de lucha contra la pobreza. A tal efecto, y dada la restricción de espacio, se omitirán cifras y estadísticas que, si bien, podrían reforzar los argumentos, se hallan profusamente disponibles en numerosas fuentes, tanto en soporte editorial como electrónico, y al alcance de cualquier lector/a interesado en la temática.
Para entrar en materia, conviene sentar la noción misma de pobreza, más allá de su percepción más o menos intuitiva. En palabras del filósofo y economista Amartya Sen, premio Nobel de Economía 1998 y precursor del concepto de Desarrollo Humano, la pobreza puede entenderse como la “privación de las libertades fundamentales de que disfruta el individuo para llevar el tipo de vida que tiene razones para valorar”. Resulta claro entonces que pobreza es mucho más que insuficiencia –o carencia- de renta sino que, más bien, este problema multidimensional ha de ser entendido como deficiencia de capacidades, por parte de individuos y colectivos, para poder llevar adelante una vida digna.
Desde esta óptica, procede ahora establecer vínculos entre agua y pobreza, los cuales abarcan desde salud y educación, hasta cultura y religión, tal como a continuación pasa a comentarse:
INTERACCIÓN AGUA-POBREZA
Para empezar, qué duda cabe acerca del carácter irremplazable del agua limpia y suficiente para preservar la salud humana, con fines de hidratación, alimentación e higiene. A pesar del constante progreso observado durante las últimas décadas, aun lucen escandalosos los datos de morbilidad y mortalidad –gástrica, respiratoria, cutánea-, ligados al inadecuado acceso a agua potable y saneamiento básico en extensas zonas de países en vías de desarrollo y, de modo más acusado, en entornos rurales y peri-urbanos.
Sobra decir que una salud precaria limita el potencial -escolar primero y laboral después- de cualquier sujeto; por lo cual el acceso a agua segura supone un requisito sine qua non para atacar la propagación intergeneracional de la pobreza, o sea, esa falaz ‘predestinación’ a vivir en medio de la privación.
En estrecho vínculo con el aspecto sanitario, la insalubridad característica de muchas infraestructuras escolares (colegios), por falta de servicios idóneos de agua y saneamiento, atenta contra la misión formadora que éstas deberían cumplir, reforzando así el círculo vicioso de la pobreza: un niño pobre no cuenta con las garantías locativas mínimas para desarrollar las habilidades y destrezas que luego le permitirían modificar positivamente su situación.
En tal orden de ideas, resulta llamativo observar cómo la ausencia de baterías sanitarias segregadas por sexo, llega a imponer un severo obstáculo para la entrada de las niñas a la escuela en determinados entornos socio-culturales como el musulmán, por ejemplo. Esto repercute, pues, en una fuerte merma de las capacidades de la mujer, desde la infancia misma.
Queda así al descubierto un evidente nexo entre agua, pobreza y género. Se habla mucho de la ‘feminización de la pobreza’, entendida como una incidencia desproporcionada de la pobreza entre la población femenina. Al margen de divergencias conceptuales sobre la validez del término, es innegable que la mujer se relaciona con el agua de un modo particular, diferente al varón y, en consecuencia, desempeña un rol específico como administradora, usuaria y proveedora de agua, tanto en la familia como en la comunidad.
En lugares aquejados por deficiente suministro hídrico, el acarreo de los volúmenes de agua necesarios para intentar satisfacer el consumo humano y el uso doméstico de la familia -lo cual no siempre se consigue-, es una tarea que recae casi en exclusiva sobre la mujer, desde muy temprana edad: caminatas kilométricas de varias horas diarias, soportando un peso físico en ocasiones desproporcionado.
Mujeres acarreando agua
Así, la mujer se ve excluida del espacio escolar como niña, y del mercado laboral como adulta, y hasta expuesta a riesgos sobre su integridad personal (lesiones, agresiones, violaciones). Tan asimétrica responsabilidad retroalimenta la ‘feminización de la pobreza’ y, a la larga, induce sometimiento y falta de autonomía para la mujer.
Al hilo de lo que ha dado en denominarse ‘empoderamiento de la mujer’, durante la última década se ha llamado la atención sobre los incuestionables beneficios que aporta el adecuado acceso al agua con fines productivos, a nivel de hogar o minifundio, para mujeres pobres, habitantes de zonas rurales y peri-urbanas. Estas actividades económicas consisten en producción de bienes y prestación de servicios a baja escala, y se traducen principalmente en generación de renta y empleo, y seguridad alimentaria; y son extensibles a otros grupos vulnerables, tales como pequeños campesinos o minorías étnicas.
Esta mirada alternativa al potencial productivo del agua complementa la visión tradicional del recurso como insumo indispensable para todos los sectores extensivos con fines comerciales (agricultura, ganadería, industria, energía, minería, comercio, turismo), con su efecto dinamizador sobre el conjunto de la economía, que puede abarcar generación de renta y empleo para amplias capas de población en situación de pobreza; además de la redistribución de riqueza que puede operar el Estado a través de servicios sociales financiados vía impuestos, regalías y divisas provenientes de tales actividades productivas.
DERECHO AL AGUA Y AGENDA INTERNACIONAL DE DESARROLLO
A lo largo del presente siglo, este entramado de interrelaciones entre agua y pobreza ha originado un fuerte movimiento social, académico y político, que propugna el reconocimiento del agua como derecho humano básico, como quiera que el acceso a agua segura condiciona la satisfacción de otros tantos Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), empezando por el propio derecho a la vida, la salud o la alimentación, hasta el derecho a la cultura o la práctica religiosa, pasando por el derecho a la educación o el trabajo.
De este modo, se habla de que toda persona, por el solo hecho de serlo, debe disponer de, al menos, un volumen de 20 litros diarios de agua limpia
Bidón de 20 litros de agua
para satisfacer sus requerimientos más esenciales, a un precio asequible, o incluso gratis en caso de no poder sufragarlo. Por desgracia, esta iniciativa ha chocado con la férrea oposición, más o menos velada, de fuertes grupos de presión, tales como lobbies empresariales que visualizan el agua más como mercancía que como derecho. Viendo el actual panorama mundial, todos, como especie humana, hemos de entonar un sonoro mea culpa, al admitir que aun nos situamos demasiado lejos de honrar este ineludible compromiso moral.
Con todo, no deberían ignorarse pasos tan significativos como la declaración del agua potable y el saneamiento básico como derecho humano esencial, por parte de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2010. Otro debate sería su implementación mediante políticas concretas.
También en el seno de la ONU, al igual que de gobiernos nacionales, centros de pensamiento y organizaciones de la sociedad civil, existió un alto grado de consenso en torno al rol protagónico que jugaba el agua en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el mayor pacto global de lucha contra la pobreza alcanzado hasta entonces en la historia de la humanidad, pese a las múltiples –y a menudo justificadas- críticas de que fueron objeto.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tomaron el relevo a los ODM, una vez se agotó el horizonte de implantación de éstos, al concluir el año 2015, con la vista puesta en los quince años subsiguientes, esto es, hasta 2030. Es justo admitir que en su concepción, diseño y estructura la comunidad internacional realizó genuinos esfuerzos por capitalizar los aprendizajes derivados de los ODM. Aun así, esta Nueva Agenda de Desarrollo Sostenible configurada por los ODS no se halla exenta de cuestionamientos, que no se pretende aquí discutir.
Lo que sí procede ahora es llamar la atención sobre el carácter decisivo que, en mayor o menor medida, unos servicios de agua adecuados encierran para el cumplimiento de todos los ODS, más allá de que sólo uno de ellos (el número 6) se ocupe explícitamente del sector de agua potable y saneamiento básico.
Esta afirmación es evidente para, al menos, los primeros quince objetivos (de un total de 17), y se sustenta en los razonamientos previamente expuestos: ¿acaso cabe alguna duda sobre las múltiples y complejas interrelaciones que conectan al agua con las metas trazadas en materia de renta, alimentación, salud, educación, género, energía, empleo, industria, infraestructura, equidad, habitabilidad, producción, consumo o medioambiente? Seguramente no.
IDEA FINAL
Ya para finalizar, sólo resta sugerir la adaptación de estas ideas, quizás algo genéricas, al contexto socioeconómico y medioambiental de cada país, zona o comunidad, lo cual pasa necesariamente, por un lado, por el análisis de los determinantes de la pobreza, y por la evaluación del estado de los recursos hídricos, por otro; todo ello a fin de incorporar la lucha contra la pobreza como criterio central dentro de la gestión del agua en un entorno concreto. Cabe pues esperar que el aprovechamiento racional de los recursos naturales incluido, como no, el agua, constituya una estrategia efectiva para mejorar las condiciones de vida de miles de millones de seres humanos en todo el mundo.
Muchas gracias por tu atención y como suele ser habitual se agradecen los comentarios.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.
[1] Condiciones apropiadas de cantidad, calidad y disponibilidad.
Título y autores: El blog se titulará “CooperaBlog, el blog de aula de Cooperación al Desarrollo”. Se trata de un blog que tendrá su mayor actividad durante el cuatrimestre docente de la impartición de la asignatura “Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo” que se oferta como optativa a las estudiantes de tercer y cuarto curso del Grado de Trabajo Social de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.
Se trata de un Blog Colectivo que será usado como herramienta de trabajo colaborativo y como punto de encuentro entre las personas colaboradoras invitadas, las estudiantes y el profesor de la asignatura.
Colaboradores invitados:
Beatriz Valbuena Tessio de Costamagna, asturiana de nacimiento, madrileña de corazón, ha trabajado durante más de 15 años en el sector humanitario, tanto en emergencias, programas de desarrollo e intervención social. Es Licenciada en Ciencias Políticas, Magister en Cooperación Internacional y Magister en Evaluación de Programas y Políticas Públicas. Tiene una larga experiencia profesional tanto en sede como en terreno.
Ramón Esteso Mesas Graduado en Trabajo Social y actualmente responsable de la Unidad de Inclusión Social de Médicos del Mundo España, organización con la que llevo vinculado desde los últimos catorce años, simultaneando el trabajo en exclusión social en España con pequeñas colaboraciones en proyectos de cooperación en las áreas de prostitución y trata de personas, inmigración o diversidad sexual.
Trabajador Social Ramón Esteso
Álvaro Hernán Montoya Ramírez, que es Ingeniero Agrónomo de origen colombiano, Máster en Recursos Hídricos y Doctor en Ciencias Ambientales. Experto en Agua, Agricultura, Medioambiente y Cambio Climático y cuya trayectoria profesional se enmarca en la docencia y la investigación universitaria, la Cooperación Internacional, la Administración Pública y la consultoría.
Álvaro H Montoya Ramírez
Agustín Moreno Muguruza. De padre andaluz y madre vasca. Nacido (1938) en Paredes de Nava (Palencia). Cursó sus estudios de Bachillerato en Arévalo (Ávila) y continuó como seminarista en Oviedo (Asturias) y en la Universidad Gregoriana de Roma (Italia).
Fue ordenado sacerdote en 1961. Ha ocupado diversos cargos en la diócesis de Oviedo.
Se considera “multipátrida”, ciudadano del mundo y eso le ayudó en su preparación para el salto a África.
José que es Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Lérida fue seleccionado para identificar y gestionar proyectos de rehabilitación post conflicto y proyectos agrícolas en Kosovo. Hoy regenta las bodegas Mas Asturias.
Estudió Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, con una especialización posterior en los nacionalismos balcánicos y postsoviéticos. Inició su dilatada experiencia en cooperación internacional en el equipo balcánico de Cruz Roja. Posteriormente participó en diversidad de misiones internacionales en: Líbano, Pakistán, Namibia, El Salvador, etc.
Licenciado en Ciencias de la Información. Máster en Cooperación Internacional por la Universidad Complutense. Experto en Evaluación de Programas de la Comisión Europea y Diploma en Gestión de Recursos Humanos en Acción Humanitaria por la Universidad de Sorbona. Trabajó como periodista entre 1986 y 1996, cubriendo entre otros el conflicto de la ex Yugoslavia. En 1997 decidió dejar temporalmente su trabajo de reportero para dedicarse de lleno a la Cooperación Internacional. Desde entonces, ha trabajado en más de 20 países en operaciones de Acción Humanitaria, rehabilitación post-conflicto y desarrollo, principalmente para la Cruz Roja Internacional y Médicos del Mundo. Fue jefe de misión de Cruz Roja Española en Kosovo, en la misión más grande que ha tenido esa institución después del conflicto kosovar (1999-2000). En los últimos años ha compaginado la docencia en varias universidades (UOC, Carlos III, Pontificia de Comillas) con la identificación y evaluación de proyectos en Africa y América Latina. Ha sido evaluador ex-ante de la Comunidad de Madrid desde 2008.
Cooperante Fernando Nuño Santana
Fernando Cuevas Álvarez, profesor de la asignatura y coordinador del blog. Graduado en Trabajo Social y experto en Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo.
Periodicidad de la publicación
Calendario de publicaciones
La periodicidad de las publicaciones serán semanales, y estarán disponibles y se programarán para las 16 horas de los domingos.
Normalmente la sesión presencial en el aula tiene lugar los lunes y es por eso que se considera adecuado que al menos esté disponible con 24 horas de antelación.
Para garantizar que esto ocurra, el coordinador del blog pedirá antes del inicio del cuatrimestre los textos, para que se puedan maquetar adecuadamente e incluir los elementos que lo hagan más atractivo: enlaces, infografías, vídeos, imágenes, acceso a archivos, etc.
Objetivos del blog
Objetivo
General
Contribuir al cumplimiento de la Competencia Genérica expresada en la Guía Docente de la Asignatura: “Desarrollar conocimientos referentes al uso de distintos elementos de las tecnologías de la información y comunicación (TIC)”.
Específicos
Desarrollar la capacidad para utilizar las TIC en el desarrollo de su profesión a través del blog del aula.
Conocer y profundizar el uso de otros formatos disponibles en Internet como el blog del aula e interactuar con otros estudiantes, profesor y equipo de colaboradores a través de los comentarios.
Desarrollar y expresar pensamiento crítico sobre los distintos post publicados.
Buscar y contrastar información en Internet para rebatir los contenidos de los post con otros argumentos, a través de los comentarios.
Contenidos
Los contenidos de los post a publicar estarán en sintonía con el temario de la asignatura y tendrán una orientación eminentemente práctica, para poder comprender mejor los contenidos teóricos que habitualmente se abordan en el aula. Estos serán:
Realidad global y globalización
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Acción Humanitaria
Educación para el Desarrollo
Enfoque Basado en Derechos Humanos
Los proyectos de Cooperación Internacional
El Enfoque del Marco Lógico
La Cooperación al desarrollo española y europea
Las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD)
Construcción de un sistema de abastecimiento de agua, San Vicente (El Salvador), 2002
Etiquetas
La etiqueta principal usada por la asignatura en las distintas redes sociales es #TSyCD (Trabajo Social y Cooperación al Desarrollo) a las que se añadirán:
#Cooperación
#Desarrollo
#Acción_Humanitaria
#Proyectos
#Derechos_Humanos
#Trabajo_Social
Moderación de Comentarios
En los “ajustes” del blog, se establecerán los criterios para gestionar los mismos que se pueden resumir en:
Condicionar a aprobación la publicación de enlaces desde otros sitios (pingbacks)
Los autores de los comentarios deben rellenar el nombre y el correo electrónico
Se activará la opción de envío de un e-mail al administrador del blog cada vez que se reciba un comentario para moderar o responder. Esto facilitará la gestión para su reenvío a las personas colaboradoras si procede.
Para que un comentario aparezca, el autor del mismo, debe tener previamente otro aprobado.
Los comentarios que incluyan más de dos enlaces, se mantendrán en espera. Normalmente éstos suelen ser del tipo “spam”.
Comentarios en el blog
Cada semana, se propondrá a las estudiantes la lectura del post publicado, y una reflexión sobre el mismo que publicarán en la sección de comentarios.
Todos los comentarios recibidos serán contestados en un plazo inferior a las 24 horas.
Normalmente serán respondidos por parte del autor del post, profesor o personas colaboradoras directamente, pero en el caso de que éstas últimas no puedan por alguna circunstancia, serán respondidos por el profesor, aportando, si procede material o enlaces adicionales.
Muchas gracias por tu atención y como suele ser habitual se agradecen los comentarios.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.