Entrevista a Fernando Cuevas con motivo de su jubilación parcial realizada por Miguel Ángel Rodríguez, periodista de Cruz Roja Española.
La entrevista original está publicada en Intranet de Cruz Roja Española desde el 27 de junio de 2025, pero solo está disponible para personal de Cruz Roja registrado y con permiso de acceso.

“¿Cómo podría imaginar aquel chaval de 15 años que un buen día llegó a un curso de socorrista que terminaría haciendo de Cruz Roja su vida?”
Si el todoterreno en el que viajaba Fernando Cuevas no hubiera tenido una pequeña avería, lo que le obligó a parar a un lado de la carretera y dejar pasar al resto del convoy, posiblemente Fernando no estaría hoy aquí. El asalto lo sufrieron los primeros vehículos de la caravana humanitaria. Angola, en los años 90, era un país en el filo que trataba de dejar atrás una cruenta guerra civil y que estaba tomada al asalto por diferentes grupos armados.
Pero hay pequeños incidentes que te terminan salvando la vida y, en el caso de Fernando, que te permiten desarrollar una trayectoria vital y profesional de casi 50 años en la mayor organización humanitaria de nuestro país.
Lo mismo te suenan las campañas ‘Vuelta al cole solidaria’, o ‘Desayunos y meriendas con corazón’…
Pero todo comenzó antes, mucho antes.
Fernando, ¿cuándo y cómo llegas a Cruz Roja Española?
Fue en el verano de 1977, en mi tierra natal, Pontevedra. Con 15 años, y muchas inquietudes. Me saqué el título de Socorrista de Cruz Roja, y luego el de Socorrista Acuático. Conseguí acceder así a mi primer trabajo remunerado en una pequeña piscina de mi ciudad. Fueron sólo dos meses, pero, como dice mi madre, “todo suma”.

Más allá de esos primeros cursos, ¿cuándo te incorporas a Cruz Roja?
Ese año me hice voluntario de Cruz Roja Juventud, en la que desempeñé distintos cargos, como director provincial en Pontevedra y autonómico de Cruz Roja Juventud en Galicia.
Nos has hablado de cuándo y cómo. Pero ¿por qué te haces voluntario de Cruz Roja?
Tenía inquietudes, inquietudes por llevar a cabo actividades me que gustasen y que me realizasen. Allí, un día, me pusieron en contacto con una trabajadora social del Hogar del Pensionista de Pontevedra, Marieli. Y me habló de la necesidad de hacer visitas, de acompañar a las personas que se encontraban ‘aisladas’ en sus casas, personas mayores. Y empezamos a organizarnos. Así respondía a mis inquietudes también por llevar a cabo actividades sociales.

¿Cómo recuerdas al Fernando Cuevas de esos primeros años en Cruz Roja Juventud?
Como una persona muy curiosa, por muchas cosas, como por todo lo relacionado con el Trabajo Social.
Luego te trasladas a la sede central de Cruz Roja Española en Madrid. Y saltas de la acción social de Cruz Roja Juventud a la cooperación internacional, y a Angola, en tiempos convulsos de conflictos.
Angola, país en el que estuve dos años seguidos como delegado de cooperación internacional con la Federación Internacional de Cruz Roja (IFRC), ha sido quizá la experiencia más impresionante que he tenido. Una experiencia muy intensa que vino a marcar mi desarrollo profesional. Sigo en contacto con algunas de las personas a las que conocí allí.

Regresas de Angola y Europa se sigue desangrando en distintos conflictos en la antigua Yugoslavia, estalla Kosovo. Se crea la Unidad de Cooperación Internacional de Balcanes, Cáucaso y Asia Central, de la que te nombran responsable. ¿Qué recuerdas de esa etapa?
De esa etapa recuerdo perfectamente el hecho de tener que estar ‘pegado’ a la actualidad, a las noticias. Recuerdo a las miles de personas refugiadas en países vecinos, el embargo a la actual Serbia, la creación de un equipo de trabajo…

En 2002, tras 6 años en Cooperación Internacional, pasas a Intervención Social. Hasta la actualidad, 23 años., fundamentalmente gestionando programas frente a la Extrema Vulnerabilidad.
Sí, empecé esta etapa de Intervención Social en el Servicio Social Internacional, vinculado a Cooperación Internacional, y luego trabajé en el área de Personas Mayores y, finalmente, en Extrema Vulnerabilidad.

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¿Cómo ha evolucionado la intervención de Cruz Roja en este ámbito de extrema vulnerabilidad, en el que tú has desarrollado gran parte de tu labor?
Yo creo que la evolución y los cambios son relativos a una atención más integral de las personas con las que trabajamos.
Casi 50 años con Cruz Roja. También habrá habido momentos complicados.
Sí, por supuesto. Desde luego, una de las situaciones más duras que he atravesado fue durante una emboscada en Angola, de la que escapamos gracias a un problema mecánico del vehículo en el que me movía y que nos obligó a dejar la cabecera de un convoy que fue luego atacado. Fue uno de esos momentos en los que te preguntas: Pero ¿qué hago yo aquí?
¿Y qué te hace sonreír cuando echas la vista atrás?
Fue especialmente bonito el poder inaugurar un Puesto de Salud en Cubal, una región muy castigada de Angola, hace años. Lo bueno de permanecer en terreno un tiempo prolongado, como los dos años que estuve en ese país, es que puedes ver los resultados del trabajo comunitario.
De mi etapa de voluntario en Pontevedra también recuerdo con especial cariño e ilusión el poder haber compartido durante un mes del verano de 1982 las vacaciones de unos 250 niños y niñas palestinas que organizó el Gobierno de España. El ejecutivo le encargó esta intervención a Cruz Roja y a mí me seleccionaron como voluntario de Cruz Roja Juventud para atenderles.


Casi 50 años en Cruz Roja. ¿Cómo era esa organización que tu conociste en 1977 y cómo es la Cruz Roja en la actualidad?
La Cruz Roja que yo conocí en los primeros años era ‘artesanal’; ahora es más bien de ‘aplicaciones’.
¿A qué te refieres exactamente?
Cuando hablo de ‘Cruz Roja artesanal’ me refiero a una organización con mucho corazón, con mucho sentimiento, con fibra. Al hablar de ‘Cruz Roja de aplicaciones’ estoy viendo una organización más eficaz, con mejores procedimientos y gestión de procesos y gastos. Supongo que lo ideal es siempre dirigirse a un punto intermedio.
En breve, prejubilación. ¿Planes?
Todos y ninguno. Quiero decir que se verá un poco más adelante. Querría seguir como voluntario, colaborando con personas en situación de vulnerabilidad, formando en competencias digitales o castellano a personas que lo necesitan.
También me gustaría seguir colaborando en el ámbito académico, en el campo del Trabajo Social.

Y mejorar mis habilidades en la cocina, claro. Además del deporte y del cuidado de mi salud.
¿Qué te ha dado Cruz Roja?
Todo. ¿Cómo podría imaginar aquel chaval de 15 años que llegó un buen día a un curso de socorrista que terminaría haciendo de Cruz Roja su vida?
Blog de Fernando Cuevas.
Fernando Cuevas es diplomado en Trabajo Social por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Graduado en Trabajo Social por la Universidad Pontificia de Comillas y profesor colaborador en la misma.
Fernando cuenta con un blog que te animamos a visitar.
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